Hitz Sariak - Premios Palabra a la Influencia
John Garamendi, el político que llevó un pedacito de Gernika al Capitolio
Compromiso social y una absoluta conexión con la tierra de sus antepasados: esta es una de las figuras más influyentes de la diáspora vasca dentro del contexto estadounidense.
Texto: Irene Mireia Vera Pérez Foto:Jose Mari Martínez

“¿Hispano? No, yo soy vasco”. Con orgullo y firmeza, el congresista demócrata por California, John Garamendi defendía así sus raíces. “No ha tachado la casilla de hispano en el censo”, aclaró el portavoz del dirigente, refiriéndose a los formularios en los que cada funcionario puede indicar su procedencia.
Más allá de un apunte, estas palabras constituyen toda una declaración de intenciones, y es que la trayectoria política de este representante ha estado marcada por un profundo arraigo hacia la cultura vasca. A esto se le suman una innegable vocación de servicio y ganas de cambiar las cosas, cualidades heredadas de su aitona Saturnino. “Asegúrate de que la próxima generación esté mejor que la tuya,” solía recordarle. Pues bien, parece que el demócrata no se ha olvidado de este consejo, porque desde los inicios ha brindado su apoyo a causas como la mejora del sistema sanitario o la lucha por preservar el medioambiente.
Si bien su apellido ya deja poco margen de duda, Garamendi es nieto de una pareja de euskaldunes (él era originario de la localidad vizcaína de Ispaster, y ella pertenecía a la familia Osa de Saturraran, natural de Mutriku) que emigraron a los Estados Unidos a comienzos del siglo XX en busca de oportunidades.
Garamendi nació en Florida en enero de 1945, pero creció en el rancho que su familia tenía en Mokelumne Hill, California. Tras finalizar sus estudios universitarios en Berkeley y posteriormente en Harvard, el vascoamericano se trasladó a Etiopía para cooperar en proyectos comunitarios como voluntario del Peace Corps o Cuerpo de Paz.
En 1974, asumió un solo mandato al frente de la Asamblea de California antes de incorporarse como senador estatal, cargo que desempeñó hasta principios de los noventa. Durante este periodo se convirtió en el primer Comisionado de Seguros electo en California, y adquirió la responsabilidad de supervisar y regular el sector para proteger los derechos de los consumidores.
Entre los años 1995 y 1998 ejerció como subsecretario del interior bajo el mandato de Bill Clinton. Más adelante regresó al Cuerpo de Paz, esta vez al frente de equipos destinados a la negociación de tratados para cesar los conflictos en varios países africanos. También retomó sus funciones como Comisionado de Seguros.
Un apellido vasco en el Congreso
En 2007 salió elegido sucesor del vicegobernador de California, Cruz Bustamante. Dos años más tarde, el político optó por encarar un nuevo desafío: postularse al Congreso para cubrir la vacante que había quedado libre tras la renuncia de la subsecretaria demócrata Ellen Tauscher.
De este modo, el 3 de noviembre de 2009, Garamendi se impuso en el décimo distrito congresional de California con el 52,8% de los votos, derrotando al empresario republicano David Harmer. Como curiosidad, cabe mencionar que John Garamendi es apenas el segundo político vasco-estadounidense en participar en el Congreso de los Estados Unidos, sólo después de Paul Laxalt, quien sirvió como senador por Nevada entre 1974 y 1987.
La del 2009 no fue su única victoria, ya que el representante federal resultó reelegido en dos ocasiones más: en 2013 (tercer distrito) y en 2023 (octavo distrito). Igualmente, en su etapa como miembro del Congreso durante la legislatura de Obama, Garamendi respaldó varias propuestas del gobierno federal, como el conocido Obamacare o Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio.
Hilos que tejen redes
En actualidad se mantiene en activo y sigue trabajando a favor de los intereses de la población de áreas situadas en la Bahía de San Francisco (Bay Area) y alrededores, como Antioch, Richmond, Fairfield o Vallejo. Aparte de sus contribuciones en materia de políticas comunitarias en el estado de California, Garamendi también forma parte del Comité de Servicios Armados y del Comité de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes.
Aunque el panorama sociopolítico no ha dejado de cambiar en los últimos años, hay un elemento que se mantiene estable en la identidad de Garamendi: su legado y tradiciones familiares van por delante. No en vano su mujer Patti y él llevan más de cuatro décadas organizando las famosas barbacoas vascas con un doble propósito: celebrar la cultura vasca y recaudar fondos para las campañas.
ÉXITOS Y RECONOCIMIENTOS
Otra fecha memorable en la carrera política de Garamendi: el año 2015, cuando recibió el Premio Sabino Arana concedido por la fundación vinculada al nacionalismo vasco. Mediante este galardón se reconocieron sus esfuerzos por “mantener viva la identidad vasca en la diáspora y estrechar lazos entre Estados Unidos y Euskadi”. ¿Un símbolo tangible de este compromiso? El retoño del Árbol de Gernika que crece hoy en los jardines del Capitolio y que el propio Garamendi ayudó a plantar.